Detrás de cada remesa, existe esfuerzo, entrega y dedicación de quienes, desde el extranjero, buscan el progreso de sus familias en su tierra natal. Un ejemplo de lo anterior es Dany López, oriundo de Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango, quien viajó hacia los Estados Unidos cuando tenía 25 años (con una visa de trabajador temporal), y se estableció allí.
Ahora, es un empresario que además de apoyar a su madre y hermanos en su tierra natal, proporciona oportunidades de trabajo a nivel local. También está Marvin Osorio, quien con 20 años migró para asentarse en el estado de Florida y envía a sus padres, un aporte quincenal de US$500. Con esos recursos, mejoraron su vivienda en Jutiapa y sus sobrinos continuaron estudiando.
Se estima que en el extranjero hay unos 2 millones de connacionales, la mayoría concentrados en los Estados Unidos de América. De acuerdo con el Informe Migración y Remesas de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), el 98 % de remesas familiares que recibe Guatemala proviene de ese país.
Inversión en vivienda, el destino principal
El estudio, enfocado en San Marcos, Quetzaltenango, Huehuetenango y Zacapa, y complementado con datos de la Organización Internacional de Migraciones (OIM), mostró los usos que las familias le dan a esos recursos. En conclusión, la vivienda es el destino principal. Por lo regular, los migrantes envían esos recursos a los padres en primera instancia, y en menor cantidad a los hermanos, esposos e hijos.
El documento también reporta que, por ejemplo, la mitad de los beneficiarios, emplean las remesas para el mantenimiento, mejoras y adquisición de sus hogares. A este gasto le sigue el consumo con un 30.8% y el resto de dinero lo invierten en ahorro e inversión (no incluye vivienda), salud y educación, entre otros.
La “estructura de la vivienda” significa una inversión grande para los hogares receptores de remesas. Los resultados evidencian que los hogares sí están dispuestos a hacer esta inversión al recibir dinero extra. Esto indica que no están buscando salir del país, sino que anhelan mejorar su estilo de vida en Guatemala. “Si el objetivo de las familias fuera migrar, no gastarían dinero en la mejora de vivienda, sino que lo guardarían para el viaje de los siguientes miembros”, indica dicho informe.